Seis días en las Escrituras (#836)

 

Seis días en las Escrituras

Una reseña del esquema profético

 

J.B.D. Page, Harrow, Inglaterra

 

Por regla general cuando un número o un ordinal antecede la palabra día en las Escrituras, se trata de un día de 24 horas. Leemos, por ejemplo, que “seis días trabajarás … mas el séptimo día es reposo”, y “muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro”, y también, “al salir el día siguiente …”

Cuando se habla de día sin decir cuántos, generalmente se trata de un período indefinido, el cual puede ser corto o largo. De estos “días” hay por lo menos seis. Dos se refieren al tiempo presente. El futuro se divide en cuatro “días”, y puede ser difícil interpretar cuánto tiempo durará uno u otro de ellos.

Resumen

El día humano es el tiempo presente para el inconverso. Es “vuestra hora
y la potestad de las tinieblas”.

El día de salvación es el tiempo presente para quien la reciba. Es “el tiempo aceptable”.

El día de la redención es cuando Cristo vendrá para los suyos. Es un momento,
un abrir y cerrar de ojos.

El día de Cristo es para la Iglesia, y es todo el lapso entre la venida del Señor
por los suyos y su venida con los suyos; incluye el tribunal de Cristo
y las bodas del Cordero. Los eventos tendrán lugar en el cielo.

El día del Señor se divide en tres. Los eventos tendrán lugar sobre la tierra.

—su comienzo, el día grande, o aquel día, o el día de Jehová, es la gran tribulación

—su continuación, llamada también el día de Jehová, es el milenio;
es llamada el año de sus redimidos

—su conclusión es el día de juicio para los ángeles, los hombres, y la tierra que ahora es

El día de Dios es el estado eterno, cuando Dios es todo en todos en los cielos nuevos
y la tierra nueva. Es el día de la eternidad.

1. El día humano: la época actual

En la Reina-Valera Pablo escribe en 1 Corintios 4:3: “Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano …” Sin embargo, hay versiones que rezan, “ser juzgado de vosotros, o de humano día …” La Versión Moderna da esta alternativa; la traducción de Besson es otra. La idea es la de la época actual, cuando el hombre forma su propio juicio y opinión, y Dios aparentemente guarda silencio. “Esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas”, dijo el Señor a los que le llevaban preso, Lucas 22:53.

2. El día de salvación: la época actual

En 2 Corintios 6:2 se cita Isaías 49:8: “En día de salvación te he socorrido”, y el apóstol agrega: “he aquí ahora el día de salvación”. Se refiere de nuevo a la época presente, pero esta vez al trato de Dios con el hombre en gracia, ofreciéndole la salvación. Este “día” comenzó con el derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés, y terminará con el rapto de la Iglesia, o sea, la venida del Señor por sus santos.

3. El día de la redención: el rapto de los santos

Esta expresión se encuentra solamente en Efesios 4:30: “No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”. La consumación final de la salvación del creyente será nuestra libertad de la presencia del pecado, cuando nos encontraremos con el Señor en el aire, 1 Tesalonicenses 4:16. Por ahora somos salvos de la pena y del poder del pecado, pero no de su presencia y la influencia que ésta implica. Esta tercera fase de la salvación involucrará la redención de nuestro cuerpo, Romanos 8:23, por cuanto ese cuerpo será semejante al cuerpo de la gloria de Cristo, Filipenses 3:21,
1 Corintios 15:50. La venida del Señor por su pueblo se realizará, entonces, en “el día de la redención”. Será un día de sólo un momento, 1 Corintios 15:52.

4. El día de Cristo: los creyentes con Cristo

Esta frase, o una parecida, se encuentra seis veces en el Nuevo Testamento, pero no en el Antiguo: … para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo, 1 Corintios 1:8;  … a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús, 1 Corintios 5:5;  … somos vuestra gloria … para el día del Señor Jesús, 2 Corintios 1:14;  … el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo, Filipenses 1: 6;  … seáis sinceros e irre-prensibles para el día de Cristo, Filipenses 1:10; … para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme, Filipenses 2:16

Se trata del intervalo entre la venida del Señor al aire por los santos, de la cual leemos en 1 Tesalonicenses 4:16, y su venida a la tierra con los santos, de la cual leemos en Judas 14, Apocalipsis 1:7, etc. Es el mismo intervalo, creo, que el de la tribulación sobre esta tierra, o sea, la última semana de la profecía de Daniel.

El día de Cristo tiene que ver con la Iglesia y no con Israel. Sus eventos tendrán lugar en el cielo y no en la tierra. Estos eventos son básicamente tres:

la recepción a la casa del Padre, Juan 14:2, después del encuentro con el Señor
en el aire;

el tribunal de Cristo. El Señor, cual juez justo, revisará nuestras acciones y actitudes. Algunas referencias bíblicas son: 2 Timoteo 4:8; 2 Corintios 5:10; Juan 5:27;
1 Corintios 3:9 al 15; Romanos 14:1 al 12. El Señor otorgará los galardones
o “coronas” 1 Tesalonicenses 2:19, Santiago 1:12, 1 Pedro 5:4, 2 Timoteo 4:8.

la presentación de la Iglesia y la cena de las bodas del Cordero, Efesios 5:27, Apocalipsis 19:7 al 9. Las bodas se celebrarán en los cielos. La cena o la fiesta
de bodas se realizara, creo, en el reino milenario, bien sea en la tierra o a la vista
de los terrenales. Mateo 22: 2, Lucas 14:16.

5. El día del Señor

Esta expresión se encuentra catorce veces en el Antiguo Testamento (“el día de Jehová”) y tres veces en el Nuevo (“el día del Señor”). Está definida la primera vez que la encontramos, a saber en Isaías 2:11 donde encontramos también su forma abreviada, aquel día: “La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová será exaltado en aquel día. Porque el día de Jehová de los ejércitos vendrá …” Es el tiempo venidero cuando el hombre será humillado y Dios exaltado.

El período se divide en tres partes: juicio, santidad, juicio. Su comienzo será repentino: “El día del Señor vendrá así como ladrón en la noche”, 1 Tesalonicenses 5:2. Su final será igualmente repentino: “El día del Señor vendrá como ladrón en la noche”, 2 Pedro 3:10. Este día tiene que ver en primera instancia con Israel, pero abarca a los gentiles también. Sus sucesos tendrán lugar sobre la tierra, con Palestina como foco principal.

(i) Su comienzo: la tribulación

El día del Señor comenzará con venganza: “… a proclamar … el día de la venganza del Dios nuestro”, Isaías 61:2. Mientras se realiza el día de Cristo en los cielos con el pueblo redimido, aquí abajo Dios va a castigar a su pueblo terrenal, Israel, por haber rechazado a su Hijo. Lo llamamos corrientemente la gran tribulación.

Este día de Jehová se caracterizará por:

ira; “Cercano está el día grande de Jehová … día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto”, Sofonías 1:15 al 18. “¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” Mateo 3:7. “Jesús, quien nos libra de la ira venidera”, 1 Tesalonicenses 1:10. “No nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación”, 5:9.

indignación; “Escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad …” Isaías 26:20. “Jehová está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo ejército de ellos”, 34: 1 al 3.

tinieblas; “El día grande de Jehová … día de tinieblas y de oscuridad …”, Sofonías 1:15. “Viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra …”, Joel 2:2. “He aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones …”, Isaías 60:2.

desolación; “Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación …”, Daniel 9:27.

angustia; “Será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente …”, Daniel 12:1. “¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado”, Jeremías 30:7.

Conviene mencionar que el evangelio será predicado por judíos piadosos durante esta gran tribulación. Leemos en Mateo 24:14, donde el Señor habla de esta primera parte del día: “Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a las naciones”.

Es la época de la bestia y del anticristo. De la bestia y de su confederación de diez naciones leemos en Daniel 2:40 al 44 y 7:20 al 25.  El anticristo está tratado en Apocalipsis 13:11 al 18, llamado allí “otra bestia”. Este “hombre de pecado” y su templo están explicados en
2 Tesalonicenses 2:2 et seq, donde el apóstol contradice a los que enseñaban “en el sentido de que el día del Señor está cerca”.

La batalla de Armagedón pondrá fin a esta etapa, la primera parte del día del Señor, que es la gran tribulación. “En aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada as todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados …”, Zacarías 12.2 al 8. Los reunirá Jehová “en el lugar que en hebreo se llama Armagedón”, Apocalipsis 16.16, “para combatir contra Jerusalén, y la ciudad será tomada … después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones …”, Zacarías 14.

Daniel 11.40 al 45 es otro pasaje que explica estas cosas que van a suceder “al cabo del tiempo”. Este tiempo habrá durado siete años, siendo “la semana” dividida en dos partes según Daniel 9.27, etc.

 

“Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo …”, Mateo 24:29,30. Joel habla de la terminación de esta etapa como “el día grande y espantoso de Jehová”, y esta profecía, 2:31, está citada en Malaquías 4:5 y de nuevo en Hechos 2:20.

El día del Señor (Jehová) en sí es un lapso de años, como hemos visto, pero parece que “el día grande y espantoso” será corto. Las señales cósmicas anunciarán la venida de Cristo en poder. Los hombres desfallecerán por el temor y la expectación de las cosas que vendrán sobre la sierra, “porque las potencies de los cielos serán conmovidas”, Lucas 21:26, Marcos 13:25.

Cuando el Hijo del Hombre venga en una nube con poder y gran gloria, las hostilidades contra Israel cesarán abruptamente. “Saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla”, Zacarías 14:3. El Fiel y Verdadero, seguido por los ejércitos celestiales, pisará el lagar del vino del furor y de la ira del Dios todopoderoso, Apocalipsis 19: 11 al 21.

La misma tierra sufrirá grandes cambios topográficos, ya que Él habrá tocado el Monte de los Olivos y la habrá partido en dos. “Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz”, Zacarías 14: 4 al 10. Saldrán de Jerusalén aguas vivas, y toda la tierra se volverá como llanura. De esto leemos en otros pasajes también, como por ejemplo en Isaías 40 y Miqueas 4.

(ii) Su continuación: el milenio

Veamos ahora la segunda etapa del día del Señor, llamada en el Antiguo Testamento el día de Jehová. Esta etapa es lo que llamamos comúnmente el milenio. Será la parte positiva; si bien comienza con juicio, consistirá en un lapso de bendición sin precedente, cuando el Mesías reinará en santidad. Habrá paz, y con razón Isaías lo llama también “el año de mis redimidos”, 63.4

Este lapso será de mil años, sin incluir la fase introductoria de juicio. Bienaventurado y santo el que tiene parte en esta tercera fase de la primera resurrección. La resurrección de Cristo constituyó la primera fase y su segunda fase será la resurrección de los santos cuando el Señor venga al aire. Al comienzo del milenio los fieles que murieron en la gran tribulación (por lo menos) van a resucitar, “y reinarán con él mil años”, Apocalipsis 20.1 al 6.

Haremos mención de nueve características del milenio, acordándonos de que el mismo es la segunda fase del día del Señor:

Satanás estará atado, Apocalipsis 20: 1 al 3

El pecado y la muerte estarán restringidos pero no abolidos, Isaías 65:19, etc.

El Mesías será el Rey; “Jehová es Rey de Israel en medio de ti”, Sofonías 3:15.
Véanse, por ejemplo, Mateo 27:37,42, 25:31, Apocalipsis 19:16.

Israel será convertido: “Todo Israel será salvo … Vendrá de Sion el Libertador,
que apartará de Jacob la inmundicia”, Romanos 11. Véanse Isaías 66:7 al 13,
Ezequiel 36:25, Zacarías 13:8.

Las naciones serán juzgadas. “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria …
serán reunidas delante de él todas las naciones … y allí entraré en juicio con ellas
a cause de mi pueblo, y de Israel mi heredad …”, Joel 3:1 al 12.

Jerusalén será constituida de nuevo. “Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo;
he aquí, yo cimentaré tus piedras”, Isaías 54:11 et seq; Apocalipsis 21:10 al 27.

El templo será construido; Ezequiel capítulos 40 al 47.

La gloria divina se hará visible.  Se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne junta
la verá …”, Isaías 40.5, “y la gloria de Jehová entró en la casa …”, Ezequiel 43:2,4. Véanse Apocalipsis 10:1, 14:14.

Israel se destacará y prosperará. “Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas
de las naciones hayan venido a ti”, Isaías 60: 5, etc., Deuteronomio 28: 1-14.

Satanás será “desatado por un poco de tiempo”, Apocalipsis 20:3. Parece que será al final de esta etapa que él engañará las naciones “a fin de reunirlas para la batalla” que ellas librarán contra Israel. Apocalipsis 20: 7 al 10.

(iii) Su conclusión: el juicio

El día del Señor terminará con el día del juicio. Las Escrituras no nos dicen cuánto tiempo va a durar este “día”.

Los ángeles caídos serán lanzados a su condenación eterna; los seres humanos serán consignados a la perdición; el universo será purgado por fuego. Dice Judas en el versículo 6 que “los ángeles que no guardaron su dignidad … los ha guardado [el Señor] en prisiones eternas para el juicio del gran día”. Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, y 2 Pedro 2:4 dice que fueron arrojados al infierno, reservados para este juicio mencionado en Judas.

“Los cielos y la tierra están reservados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos”, 2 Pedro 3:7. Él 3:10 lo llama “el día del Señor”, del cual forma parte: “El día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasaran con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas”.

En cuanto a los hombres, 2 Pedro 2.9 avisa que ellos también están reservados “para ser castigados en el día del juicio”. Este juicio del gran trono blanco es el tema de Apocalipsis 20:11 al 15. El Predicador, en el contexto de “vanidad de vanidades”, dijo que la tierra siempre permanece”, Eclesiastés 1:4. Juan, sin embargo, vio que la tierra huyó de delante del gran trono blanco, y luego vio una tierra nueva; Apocalipsis 20:11, 21:1, etc.

6. El día de Dios: la eternidad

Esta frase se encuentra solamente en 2 Pedro 3:12: “Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios”. Nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales more la justicia.

El día de Dios es lo que llamamos corrientemente el estado eterno, o la eternidad en lo que se refiere al redimido. De ésta leemos en el Apocalipsis 21. Habrá tierra nueva, y Dios morará con los hombres; no con las naciones, ya que esas divisiones de la humanidad resultaron del juicio divino: Génesis 10:5, 20, 31, “conforme a sus familias en sus naciones”.

No es sólo que Dios morará con los hombres, sino que la justicia morará en los cielos nuevos y la tierra nueva; 2 Pedro 3:13. “La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos”, Salmo 85:11, consecuencia de que el Justo haya muerto por los injustos para llevarnos a Dios.

Es “el fin”, cuando Cristo entregue el reino al Dios y Padre; de ahí, “el día de Dios”. Cristo habrá suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia, porque preciso es que Él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies; de ahí “el día de Cristo”.

El postrer enemigo que será destruido es la muerte. Luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos, 1 Corintios 15.24 al 28.

A él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad, 2 Pedro 3.18.

 

 

 PARA LOS                                                                          PARA LOS

 SALVOS                   ACONTECIMIENTOS                  PERDIDOS

 

El Calvario

EL DÍA DE                                                                           EL DIA

SALVACION              El tiempo presente                               HUMANO

 

EL DIA DE LA        Cristo viene al aire:

REDENCION                     el rapto de la Iglesia

 

EL DÍA DE               La recepción a la casa del Padre

CRISTO                    El tribunal de Cristo

Las bodas del Cordero

 

La primera mitad de la semana 70

de Daniel: El gran engaño, el

pacto entre Israel y la bestia, una

paz falsa; el anticristo (la otra

bestia, el hombre de pecado)

toma cautiva a la humanidad.

 

La segunda mitad de la semana.     EL DÍA DEL

El pacto roto, la gran tribulación,   SEÑOR:

el tiempo de angustia para Jacob.    EL DÍA DE

El evangelio predicado.                     JEHOVA

El día de la

Cristo viene con los ángeles de su      venganza

EL DÍA DEL                        poder; Palestina cambiada;               El día grande y

SEÑOR: EL              la batalla de Armagedón; Israel sal-      espantoso

ANO DE MIS           vado; “al caer la tarde habrá luz”.

REDIMIDOS

El uno dejado sobre la tierra para

entrar en el reino y el otro ( “las

cabras”) tomado a juicio eterno.

Satanás arrojado al abismo.            _

 

El milenio: El pecado restringido,

paz mundial, Israel convertido, los

santos reinando desde por encima

de la tierra. Cristo glorificado.

 

La última, gran sublevación: Sata- EL DÍA DEL

nás suelto por un poco de tiempo   SEÑOR: EL

Las naciones suben contra la ciu-    DÍA DEL

dad amada. De Dios desciende       JUICIO

fuego. Satanás, bestia y falso pro-    El día de la

feta consignados al lago de fuego.    perdición de

los hombres

El gran trono blanco; los perdidos   impíos

lanzados al lago de fuego.

 

EL DÍA DE               Cielos nuevos (para la Iglesia),

DIOS                          tierra nueva (para Israel). Dios

El día de la                 mora con los hombres. La muerte

eternidad                    destruida. Dios todo en todos.

 

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