Silvano Silas (#457)

Silvano Silas

Héctor Alves

A casi todas luces Silas y Silvano son una y la misma persona. Probablemente su nombre original de origen judío era Silas; lo encontramos solamente en Hechos de los Apóstoles. En las Epístolas él es Silvano, un nombre latín. En Hechos 17.4, 18.5 es Silas y en
1 Tesalonicenses 1.1, 2 Co-rintios 1.19 es Silvano, ¡pero los pasajes tratan ocasiones paralelas!

Parece que era un judío griego, o helenista, con ciudadanía romana, un detalle que le ayudaba en su obra misionera. Nada sabemos de cómo o cuándo oyó el evangelio. ¿Sería de Pedro en Pentecostés?

Está claro que se destacaba entre los santos en Jerusalén. Fue uno de los dos escogidos por el concilio en aquella ciudad para acompañar a Pablo y Bernabé a Antioquia, y es a partir de ese acontecimiento que le conocemos. Acompañó a Pablo en la segunda expedición evangelística y fue aprehendido junto con él en Filipos. La última mención de él es que fue portador de la Primera Epístola de Pedro.

Escogido por los ancianos

«Pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquia con Pablo y Bernabé: a Judas … y a Silas, varones principales entre los hermanos; y escribir por conducto de ellos», Hechos 15.22.

Posiblemente Silas era un maestro capacitado en la primera asamblea. El hecho de acompañar a Pablo y Bernabé, junto con Justo, fue un resguardo contra acusaciones de duplicidad. Su presencia dio peso a las visitas en Antioquia, Siria y Cilicia. Ancianos en estos tiempos pueden aprender de este procedimiento cuando surgen dificultades entre asambleas. En el 15.32 «Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confi-rmaron a los hermanos con abundancia de palabras». Su ministerio como profetas fue uno de exposición y no de profecía. Estaban en condiciones de fortalecer al pueblo del Señor, habiendo ejercido este don antes de viajar. El 14.22 narra cosa parecida acerca de Bernabé y Pablo en Listra y otras partes. En todo esto hay un mensaje para nuestros predicadores.

Judas y Silas continuaron juntos, 15.33, hasta ser «despedidos en paz», pero el versículo siguiente explica que Silas consideraba apropiado quedarse un tiempo más. Este versículo ha presentado una dificultad. ¿Es que se quedó en Antioquia o en Jerusalén? En el 15.40 él está en Antio-quia. El caso es que varios manuscritos omiten el v. 34.

Escogido por Pablo

«Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor, y pasó por Siria y Cilicia», 15.40. Los versículos finales del capítulo 15 narran un episodio triste. Pablo tomó la iniciativa al proponer adónde ir en otra gira misionera. Bernabé estuvo de acuerdo e insistió en llevar a Juan Marcos con ellos. Pablo discrepó y la disensión entre los dos fue tal que se separaron.

Pablo escogió a Silas para acompañarlo. No sabemos si se habían conocido antes del concilio en Jerusalén, pero de todos modos estaban juntos en el viaje a Antioquia y en las reuniones en esa ciudad. No es de dudar que el apóstol haya formado una impresión positiva de Silas, al punto de considerarlo idóneo para la gran empresa por delante.

La elección de Silas no fue para reemplazar a Juan Marcos, sino a Bernabé. Cierto comentarista escribe: «Escogiendo a Silas es una traducción débil, aunque no incorrecta, de un verbo griego muy expresivo que denota el hecho de elegir para sí además de, o en lugar de, una tercera persona». [Quizás sea más enfática la Versión Moderna: «escogiendo por compañero a Silas»]. El comentario que sigue – «encomendados por los hermanos» – y los eventos relatados en los capítulos 16 y 17 dejan entrever que la elección de Silas fue acertada.

 

Escogido por Pedro

«Por conducto de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente»,
1 Pedro.5.12.

Pablo comienza sus epístolas a los tesalonicenses con: «Pablo, Silvano y Timoteo …» Unos seis años más tarde encontramos que Pedro le menciona en su Epístola, y no dudamos de que se trate del mismo hermano que hemos venido estudiando Posible-mente Pedro y Silvano habían laborado juntos en Jerusalén muchos años antes.

Sea así o no, Silas es el mensajero de Pedro y el apóstol le estima como fiel – «nuestro hermano fiel» según la Versión Moderna y «el hermano fiel» según Biblia Textual. El lenguaje deja entrever que Silvano era bien conocido a los lectores. Es una recomendación fuerte, y una a ser deseada en medio de la infidelidad de muchos.

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