Cazando una cobra

1049.jpgCasi todo niño sabe que la cobra es una de las culebras más venenosas que hay en el mundo. Su mordedura puede causar la muerte dentro de poco tiempo.

A veces este reptil se llama cobra de capelo porque cuando es provocada, se dilata la piel de su cuello tanto que forma como una capucha ancha. Puede dilatarse de esta manera por la facilidad con que mueve las costillas.

En el país de la India hay muchísimas cobras, y se dice que cerca de 50.000 personas allí son mordidas y mueren cada año. En vista de esto, nos extraña el saber que los que siguen la religión de los hindúes adoran a este horrible reptil. Como para de su culto a la culebra, muchos de ellos llevan leche, huevos y aun pollinos nuevos y los dejan cerca de partes frecuentadas por la cobra. Quizás así piensan apaciguar la ira del animal y evitar su mordedura.

Si ustedes fueran a la India, a veces verían en las calles a hombres que se llaman encantadores de culebras. Son hindúes quienes han capturado una cobra, y después de sacar los colmillos venenosos, la han enseñado a pararse y moverse como fascinada por el ritmo de la música que tocan. La gente que se congrega a mirar les paga unas monedas por la entretención.

Vivía en la India un hombre que tenía una casa grande, y detrás de ella un jardín lindo. En un rincón retirado de éste, donde crecía pasto largo, una cobra se había escondido, desapercibido de todos. Un día uno de los siervos la divisó enroscada alrededor de un pequeño árbol, y corrió rápidamente hasta la casa para avisar a los demás.

Muy alarmados, todos acudieron al lugar y la cobra, viendo tanta gente cerca, levantó su cabeza tan fea y aplastada, y dilató su cuello. Sacaba y entraba sus colmillos como dardos, desafiando al grupo.

Nadie se atrevía a acercarse, pues el ser mordido significaba la muerte. Sin embargo, entre los siervos había un hindú sumamente valiente.

Silenciosamente se acercó a la culebra por detrás, con un palo largo en su mano. De repente aplastó la cabeza del reptil hasta la tierra con el palo, sujetó la cola con su pie, y con los dedos de la mano derecha apretó las mandíbulas por los dos lados, de tal manera que la cobra no podía morderle. Enseguida, obrando tan velozmente que los demás casi no vieron lo que hacía, él extirpó los dos colmillos que contenían el veneno mortífero.

No se oía ni una palabra de los que miraban, pues estaban todos fascinados por lo que presenciaban.

Destruido el poder dañino de la cobra, el valiente señor tomó el animal en ambas manos, y se paseaba por el jardín mostrando a todos su triunfo sobre el temido reptil. Parecía que la cobra se daba cuenta que no podía morder a nadie, porque se había vuelto en un animalito manso y tranquilo.

La cobra de nuestra historia nos representa a Satanás, temible enemigo del hombre, quien en la Biblia es llamado "la serpiente antigua."

En el huerto de Edén él logró introducir el veneno del pecado en nuestros padres Adán y Eva, y por lo tanto todos nosotros, niños y grandes por igual, somos pecadores. El resultado del pecado es la muerte, y el temor a ella ha hecho temblar al más valiente.

Pero como el hindú pudo destruir el poder de la cobra, así Jesús venció a Satanás. En la cruz le vemos en una grande lucha contra el diablo y su poder sobre nosotros. Jesús murió, fue sepultado en una tumba y al tercer día resucitó triunfante, quitando al enemigo de su poder.

Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Romanos 5.12

Por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él [Jesucristo] también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Hebreos 2.14,15.


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Creado el 26/04/03

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