Las tres Margarita

Tres niñitas, todas llevando el mismo nombre de Margarita, jugaban juntas en la arena de una playa en el país de Inglaterra. El solo brillaba y muchas personas habían buscado el clima benigno del balneario para pasar sus vacaciones allá en el año 1921, cuando sucedió algo aterrador a las tres Margarita.

Las pequeñas, todas de seis años de edad, se entretenían en la arena haciendo castillos. Amontonaban la arena en el centro mientras cavaban alrededor una zanja bien profunda de casi treinta centímetros. Aunque escogieron un lugar arenosa para jugar, estaba rodeado de enormes rocas. El mar se metía entre las rocas y el agua entraba a tal velocidad que el ruido les asustaba. Con todo, las niñas no se dieron cuenta que subía la marea, y ellas quedaban en una isla. El mar se había juntado en un canal más arriba que ellas de modo que estaban aisladas de tierra firme. En verdad, fueron tres pequeñas habitantes en una isla de arena.

Ya que la vista de la gente adulta estaba tapadas por las rocas, nadie se percató de su peligro hasta que gritaron a voz en cuello. Ya no podían cruzar por donde habían entrado porque era profundo, más profundo que su baja estatura. Tal profundidad no permitía ningún escape.

Cuando sus gritos fueron oídos, dos fuertes hombres sacaron un bote y remaron hasta las tres, quienes veían con horror que su isla iba achicándose, mientras subía el agua. Perdieron todo interés en su castillo; sólo les interesaba ser rescatadas.

Llegando adonde las tres, los hombres les tomaron en el bote y les llevaron a la seguridad de la playa. No pudieron rescatarse solas; necesitaban que otros lo hicieran.

Estas tres niñas estaban en peligro de perecer ahogadas en el mar. Pero el peligro en que están todos los niños y niñas del mundo es mucho pero; es perecer eternamente. Eso quiere decir pasar de este mundo a ir al infierno. Eso significa nunca llegar a la presencia de Dios ni estar en la presencia del Señor Jesús.

Los gritos de las niñas fueron atendidos inmediatamente y el socorro llegó en seguida. Jehová dice: "Clama a mí, y yo te responderé," Jeremías 33.3. También la Biblia dice: "Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás," Salmo 50.15. E Isaías dice: "Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano," 55.6.

Cuando los dos hombres fueron a buscar a las tres Margaritas, ¿acaso dijeron ellas: "No queremos ser rescatadas?" ¡En ninguna manera! Su situación apremiante les hizo aceptar la oportunidad para ser rescatadas.

La oportunidad que usted tiene, mi joven amigo, para ser salvo es ahora. Dios envió a su Hijo, Jesucristo, a este mundo para rescatarle de sus pecados y salvarle para que no pereciera eternamente. Por eso, queremos que sepa y crea que "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna," Juan 3.16.

www.tesorodigital.com
Creado el 22/03/03