żDónde está Sandra?

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"Patricio, llama a Sandra porque estamos listos para almorzar."

"żDónde está, Mamá?" preguntó el niño.

"No sé. Cuando llegamos de la escuela bíblica, me pidió permiso para ir a jugar un ratito, ... Debe estar por ahí. Anda a buscarla."

Patricio salió en busca de su hermanita de cuatro años. Consultó en las casas vecinas donde Sandra solía jugar con sus amiguitas, pero no apareció por ninguna parte.

Volviendo a la casa, Patricio contó de su infructuosa búsqueda. Al saber la noticia, el papá, la mamá, Patricio, y los demás hermanos salieron a buscar a la "guagua" de la familia.

Ya que no la podían encontrar, su papá fue a dar aviso a la policía, quienes organizaron una búsqueda.

El almuerzo quedó sin comer. Llegó la noche sin que la pequeña apareciera. Continuaron buscando durante toda la noche, y ya varios voluntarios se habían unido a la familia y a los carabineros para ayudar. Ya se imaginaban lo peor. Hasta fuera de la ciudad fueron, preguntando por Sandra.

Todo el día lunes no descansaron. Luego a las seis de la tarde, un joven que vivía en la casa contigua a la de Sandra tuvo que ir a buscar carbón en el garage detrás de su casa. Allí su papá guardaba herramientas y otras cosas, incluso un viejo cacharro que no habían sacado en mucho tiempo. Ya que el carbón estaba al fondo del garage, el joven al pasar echó un vistazo al interior del coche. Allí en el asiento trasero dormía la pequeña Sandra, totalmente rendida. Su carita estaba húmeda todavía con las lágrimas que había derramado.

El joven la sacó y fue corriendo con ella a su casa, donde su mamá con gran alegría la recibió, abrazándola fuertemente. La besaba mientras todos lloraban de puro gozo. Después Sandra explicó que había salido a buscar con quien jugar, y no hallando a nadie, se había introducido en el garage. Viendo el auto, se subió en él, pero cuando quiso salir, no pudo abrir la puerta. Sandra decía: "Yo gritaba y llamaba pero nadie vino. Pensé que vendrían mis abuelitos. No tenía nada que comer y hacía tanto frío que tiritaba. Una vez vi a mi papi cuando pasó frente a la ventana, pero no me oyeron cuando grité."

Ya pasado el susto, la pequeña se acomodó en los brazos de su madre y quedó dormida.

"ĦQué raro!" decía la gente, "estaba tan cerca de su casa y de todos modos, perdida como si estuviera lejos."

Algunos niños piensan que si asisten a la escuela dominical, entonces un día irán automáticamente al cielo. Piensan que solamente los niños malos irán al infierno y estos son los que no asisten a la escuela bíblica. Pero aún los niños que nunca faltan a su clase están perdidos en sus pecados y necesitan ser hallados por el Señor Jesús quien "vino a buscar y salvar lo que se había perdido," Lucas 19:10.

A pesar de estar tan cerca de su casa, Sandra estaba perdida. Al igual que ella, muchos niños están cerca del Salvador, pero por no haberse entregado a él, es como si estuvieran lejos, perdidos en sus pecados, y necesitan ser hallados por Cristo Jesús, y devueltos a Dios.

Mi joven amigo, o amiga, si tu estás lejos de Dios, entrégate hoy al Salvador, que sigue buscándote, pues te quiere salvar. Entonces El dirá: "Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido," Lucas 15:6.


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Creado el 15/03/03

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