Jael (#145)

Jael

DRA   EMA

 

Esta esposa de Heber era posiblemente concuñada de Moisés. Cuando Moisés invitó esta familia a ir con el pueblo de Israel, Hobab su suegro respondió: “Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra”. Parece que cambiaron de opinión porque los vemos en la tierra de Canaán. Su historia está en Jueces 4.17 al 22; 5.6,
24 al 27.

Una característica de las historias en el libro de Jueces es la actividad inusual de parte de mujeres. Fue sin duda producto de la pobre condición espiritual de los varones de la época. Las mujeres estaban fuera de su esfera, pero los hombres no estaban cumpliendo su deber. Por ejemplo: Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Jueces 4.4. Si no fueres conmigo (Débora con Barac), no iré, 4.8. No será tuya (de Barac) la gloria … porque en mano de mujer (Jael) venderá Jehová a Sísara, 4.9. Jael mujer de Heber tomó una estaca, 4.21. Aquel día cantó Débora con Barac, 5.1. Una mujer dejó caer un pedazo de rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec, 9.53. ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, 11.35. Ella (Dalila) comenzó a afligirlo (Sansón), 16.19.

Israel se encontró bajo la cruel opresión de Jabín, rey cananeo, y Débora se levantó con Barac a encontrar al enemigo. Dios intervino, empleando las fuerzas de la naturaleza para poner el ejército opresor en desorden. La historia se encuentra en Jueces 5 y con mayor explicación del fenómeno en Salmo 68.9 al 19.

Huyendo Sísara, capitán del ejército del rey Jabín, Jael salió a la puerta de la tienda y lo invitó para que pasara adelante. Lo cubrió con una manta, le dio leche y le aseguró protección. El capitán Sísara se quedó dormido. Dice la Biblia: “Jael tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, se le acercó calladamente y le metió la estaca por las sienes, y lo enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió”. En su canto Débora nos da más detalles.

Una opinión expresada por algunos comentaristas es: “Jael no confiaba en Dios. Es cierto que sintió el impulso de matar al enemigo del pueblo e Dios, pero no tenía fe de que El le ayudaría. Por esto no le atacó de frente”. Por lo que Débora dice de ella, este modo de ver las cosas es cuestionable.

Aunque María fue llamada bendita entre las mujeres, Débora dice que Jael es bendita sobre ellas. Es la única mujer en la Biblia de quien se dice esto.

 

 

 

 

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