Si Dios se cansara de la humanidad (#9634)

9634
Si  Dios  se  cansara  de  la  humanidad

William (Guillermo) Williams, (1882 – 1961)

En uno de sus discursos sobre la asombrosa potencia de la bomba hidrogena, el renombrado estadista Winston Churchill dijo, según informó la revista Time

¿Qué debemos hacer? No importa tanto la gente vieja; de todas maneras van a desaparecer pronto. Más lo encuentro práctico contemplar la juventud en toda su actividad y ardor, y más de todo los niños en sus juegos alegres, y meditar, ¿qué de ellos si Dios se cansara de la humanidad?

Hubo una ocasión cuando Dios sí se cansó de la humanidad, y aun se arrepintió de haber creado al hombre. “Vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón”, Génesis 6.5,6.

Dios dio a la humanidad 120 años para arrepentirse, mas despreciaron su gracia y pecaron hasta que se les llevó el gran diluvio. Mas un hombre y su familia eran los objetos de la gracia divina, y Dios, por medio de Noé, dio comienzo a una nueva raza, la cual terminó en fracaso y confusión.

Entonces Él escogió una nación y los redimió de Egipto por sangre y por poder. Sin embargo, ellos también provocaron al Señor a la ira hasta que no hubo remedio: “Hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y que no hubo ya remedio”, 2 Crónicas 36.16.

Después de setenta años de cautiverio en Babilonia algunos regresaron humillados, pero llegaron a ser malagradecidos y formalistas. El Antiguo Testamento termina con sus dichos: “Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en la presencia de Jehová?” Malaquías 3.14.

Pero Dios no se había cansado todavía de la humanidad. Les mandó a su propio Hijo como Salvador. Pero, en lenguaje de la parábola, “Los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad”, Mateo 21.38.

Crucificaron al Hijo. Le dieron la muerte de un reo, mas Dios dispuso que su sepultura fuera con los ricos. Cuando Jesús había terminado todo y cumplido toda Escritura, clamó en alta voz: “Consumado es”, y Dios mostró que aún no se había cansado de la humanidad.

Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. Dios rasgó el velo en el templo y puso fin a toda intercesión sacerdotal y a todo mediador humano. Abrió un camino nuevo y vivo a su presencia.

Pero, ¿se ha arrepentido la humanidad? Desgraciadamente, no. Esta dispensación está terminando en apostasía y desafió a Dios.

Preguntamos: ¿Se cansará Él después de todos los privilegios que han disfrutado en esta edad de la gracia suya? Los últimos granos del reloj de arena se están escurriendo. La voz de la trompeta —1 Tesalonicenses 4.16— se oirá en cualquier momento, y la Iglesia será arrebatada para estar con su Señor y Salvador.

Entonces la humanidad orgullosa y soberbia verá que al fin Dios se ha cansado de la humanidad. Él desencadenará poderes y horrores a los cuales la bomba de hidrógeno se verá en comparación como un petardo de niño.

¿Y usted le está cansando a Dios? Prepárese para el día de su encuentro con Él. Aquí y ahora puede aceptar por fe a Jesucristo como su Salvador personal. Si lo hace a tiempo, será arrebatado en las nubes con Él, y no verá estas calamidades apocalípticas que pronto van a acontecer.

 

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