Su vida nueva (#708)

S u   v i d a    n u e v a

D.R.A.

 

Nacimiento

Salvación

Naturalezas

Privilegios

Seguridad

                                                Crecimiento

Biblia

Oración

Pasatiempos

Pecado(s)

Testimonio

Ofrenda

                                                Búsqueda

Comunión

Bautismo

Cena

Iglesia(s)

Estudio

Elección

Compañerismo

Tentación

Dirección

Casa

Esperanza

Intermisión

Eternidad

 

 

¡Felicitaciones por haber nacido!

Su salvación es sólo el comienzo de una vida nueva. Le interesa conocer la vida que tiene, y aquí vamos a hablar de algunas verdades básicas.

¡Ojalá que pronto encuentre este librito demasiado elemental y quiera abundar por sí solo en más referencias bíblicas acerca de cada tema, y en verdades más amplias!

Mientras tanto, tiene aquí varias citas de la Biblia que le ayudarán a conocer mejor la única fuente válida, la Palabra de Dios. Por favor lea los versículos que ofrecemos.

Sea como el apóstol Pablo, quien escribió: “Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Filipenses 3.13,14.

 

Nacimiento

 

Salvación   Usted ha nacido en una nueva familia. Todos se contentan cuando nace un bebé. Sus hermanos y hermanas en esta gran familia de la fe le dan una calurosa bienvenida, y por supuesto su Padre es el que le recibe para su honra y gloria.

La primera vez que nació, fue como un pecador, uno que quería hacer su propia voluntad y no la de Dios. Sin embargo, usted se ha dado cuenta de esto y que Dios debe castigar el pecado.

Romanos 3.10 al 23   … todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios

Romanos 6.23  La paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Hechos 17.30,31  Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó.

También usted oyó las buenas noticias de que Jesucristo se ofreció por los pecados suyos en la cruz del Calvario. Reconoció que no podría llegar al cielo por tener méritos o hacer buenas obras, sino que debía aceptar la salvación como un regalo de Dios. Confió en Cristo; puso toda su fe en Él; creyó lo que Dios dijo acerca de usted y de su Hijo. Fue salvo.

1 Corintios 15.3   Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras …

Isaías 53.5,6         Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

Efesios 2.8,9        Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Hechos 16.31       Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Por esto, usted ha nacido de nuevo y es un hijo de Dios.

Gálatas 3.26  …pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús

1 Juan 3.1            Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

Naturalezas   Primeramente, su Padre Dios le ama y le cuida muy tiernamente. Esta es una gran verdad que usted querrá tener siempre en mente. El amor de Dios es como el de una madre. No lo dude.

2 Tesalonicenses 2.16,17   … el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

2 Corintios 1.3,4   Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones …

Así como usted heredó características de su padre terrenal, ha recibido ahora la naturaleza de su Padre celestial. Esta nueva naturaleza le ayudará a vivir por Él.

2 Pedro 1.4   … nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.

Su salvación es triple: usted fue salvado de la pena del pecado, usted puede ser salvo día a día del poder del pecado, y, cual hijo de Dios, usted será salvo de la presencia del pecado cuando sea llevado al cielo.

1 Pedro 1.3 al 5   Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

Pero tiene que tener presente que tiene todavía la vieja naturaleza que recibió de sus padres naturales, y ella le va a causar muchos problemas. Usted podrá vencer esa vida vieja y sus deseos bastardos sólo en la medida en que alimenta la nueva. Este conflicto es parte de lo que Pablo tenía en mente al escribir de dos “leyes” que demandaban su fidelidad. Veremos que varias veces él hablaba de dos “hombres” en pugna en un mismo cristiano.

Romanos 7.22,23   Según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi men­te, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

Dios, siendo su Padre, quiere que sea hijo obediente que le agrade. No le quitará de la familia cuando peca, pero usted tampoco va estar feliz como hijo suyo. Quizás Él le hará pasar por enfermedad (que no siempre es un castigo), o perder dinero, o fracasar en sus estudios, o aun le llevará al cielo en vez de dejarle aquí por un tiempo más, si es que persiste. Él desea que deje esa manera de actuar y que confiese sus pecados. Cuando usted lo hace, tendrá de nuevo el gozo de sentir su amor. Él los perdonará, y de esto hablaremos más adelante.

Hebreos 12.7 al 11   Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos … Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Santiago 4.8,10   Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Privilegios    Acuérdese que le puede llamar a Dios “Padre” y puede hablar con Él en cualquier momento y en cualquier lugar. Lo llamamos la oración. No tenga miedo en hablar con Él de todo; a Él le agrada.

Gálatas 4.6   Por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!

Hebreos 4.16   Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Todo otro creyente es hermano o hermana suya. Somos todos miembros de una misma familia. Esto de amar al pueblo de Dios es una de las evidencias de la vida nueva.

1 Juan 4.7   Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

El Señor Jesús volverá por nosotros. Va a llevarnos a nuestro nuevo hogar, donde toda la familia va a estar reunida. Hablaremos más de esto luego.

Juan 14.3   Si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Ser salvo no es solamente no sufrir la condenación eterna. Es una vida nueva aquí y ahora, llena de oportunidades y privilegios. ¡Es maravilloso pertenecer a esta familia de Dios!

Seguridad   Ahora, ¿usted aceptó de veras la oferta de salvación que Dios le dio? ¿Tomó el lugar de un pecador condenado y puso su fe en el Señor Jesucristo como su personal y propio Salvador? ¿Puede decir de sí mismo, “Cristo murió por los impíos” y “el Hijo de Dios, … me amó y se entregó a sí mismo por mí?” Romanos 5.6, Gálatas 2.20

Si es así, su vida eterna está asegurada. Dudas y problemas los habrá, y Satanás procurará robarle su gozo, pero allí adentro usted sabe que su salvación no depende de usted, sino depende de Cristo. Él no le dejará. Usted no es salvo por lo que hace, o por cómo se siente. Es salvo y está seguro por lo que Él hizo y está haciendo.

Juan 10.27, 28   Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Romanos 7.24,25   ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.…

Romanos 8.35,37   ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

 

Crecimiento

 

Biblia   Ante todo, si un bebé va a crecer, debe recibir alimento. Es cierto también de los niños en Cristo; ellos tienen que proveer para la vida nueva que ya tienen de Dios. Esta vida espiritual se nutre de la Santa Biblia. Es leche para el bebé, y es alimento sólido para el creyente maduro.

1 Pedro 2.2   Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.

Hebreos 5.14   El alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

Todo creyente debería leer la Biblia por lo menos una vez cada día. Cuente con un lugar fijo y una hora fija. Es bueno hacerlo en la mañana antes de los estudios o el trabajo. De esta manera usted podrá reflexionar en el día sobre los versículos que ha leído. Lo importante no es leer un trozo largo, sino una porción que puede llevar consigo en la mente, ¡por no decir en el corazón!

Lea el Nuevo Testamento varias veces antes de ocuparse mucho del Antiguo. Es más fácil entenderlo y más importante para el creyente nuevo. (Sin embargo, a medida que crezca, se va a interesar más y más por el Antiguo Testamento también. Es rico en relatos que ilustran las verdades enseñadas en el Nuevo Testamento).

Habiendo leído el capítulo, o algunos párrafos, reflexione sobre el texto. Repáselo; aprécielo; vea qué ha quedado claro y qué no. ¿Qué quiere decir? ¿Qué tiene de especial interés para usted? Busque en la Biblia lecciones para su propia vida. Ella contiene mandamientos e ilustraciones (en forma de parábolas e historias) que le van a ayudar en casa, en los estudios, en el trabajo, etc.

Fíjese en lo que la Biblia dice acerca del Señor Jesucristo. Esto le hará amarle más, dándose cuenta de cómo su vida era perfecta, su amor para otros, su muerte atroz por nuestros pecados, y qué está haciendo Él en este momento. Él es un gran Salvador.

Es una buena idea tener una libreta donde anotar puntos y referencias a medida que va leyendo. Escriba las instrucciones que encontró acerca de cómo debe ser la vida suya. Escriba qué versículos querrá aprender de memoria. Escriba puntos para repasar en su oración privada.

Oración   Usted querrá orar con frecuencia. Adquiera la costumbre de “hablar con Dios” acerca de las situaciones que se presentan en su vida. Deberíamos orar después de haber leído la Biblia. Y también podemos hacerlo durante el día en cualquier lugar y a cualquier hora, posiblemente sin doblar las rodillas ni mover los labios. A nuestro Padre le agrada nuestra conversación con Él, y Él es nuestro mejor amigo.

Dígale que quiere amarle más. No deje de dar gracias una y otra vez por el amor que mandó a Jesús a ser su Salvador. Pida su dirección y ayuda para usted mismo, y desarrolle la costumbre de orar a favor de otros también. (Estas actividades se llaman “petición” y “súplica”). Confiésele sus pecados.

1 Timoteo 2.1   Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres.

Apocalipsis 3.19   Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Son muchas las cosas que deberíamos llevar a Él — cosas grandes, cosas pequeñas. Él quiere oir de ellas (¡aunque ya las sabe!), y atenderlas a su manera.

Romanos 8.28   Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Hebreos 4.16   Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Pasatiempos   Su vieja naturaleza no ha cambiado, y todavía quiere sus acostumbrados entretenimientos y satisfacciones. Si usted sigue “alimentándola”, su vida cristiana va a sufrir. Hay mucho veneno, y mucho que es inútil y absorbe tiempo, en las revistas, películas, fiestas y TV, en el internet, los libros, el deporte organizado y los círculos sociales, por nombrar sólo un poco de lo que es “el mundo”. La lista es larga; las experiencias desagradables y la oración le harán saber qué debe cambiar en su vida nueva.

Si sus gustos ahora son los mismos como si no fuera salvo, algo está mal, muy mal. Hay ese viejo adagio que dice que un mundo redondo nunca puede llenar un corazón triangular. Acuérdese, aquel “nuevo hombre” adentro anhela ser alimentado. Sus intereses son todos los temas en esta sección Creciendo.

No es asunto de “quedarse salvo”. Es más bien asunto de vivir la vida cristiana mientras esté aquí en la tierra. No se trata simplemente de huir de lo que obviamente es malo, sino de dedicar su tiempo y talento a fortalecer al hombre interior. Su gozo y su utilidad están en juego. Y, este asunto de deshacerse de la vida vieja y vivir la nueva tiene mucho que ver con qué será la evaluación ante el tribunal de Cristo que vamos a mencionar más adelante.

1 Juan 2.15,16   No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Efesios 4.22 al 24   En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Filipenses 4.8,9  Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

Pecado(s)   Es cierto que hemos mencionado las dos naturalezas y la seguridad eterna, pero la importancia del asunto nos obliga a repasar y abundar sobre esta cuestión de que el creyente peque.

En la gran mayoría de los casos en el Nuevo Testamento la palabra pecado se emplea en su forma singular para definir la naturaleza que cada uno de nosotros hereda como hijo de Adán.  El pecado es una enfermedad que trae la muerte física. Cristo ha conquistado el pecado en el universo, aunque todavía no ha entrado en el pleno y eterno disfrute de su triunfo en el Calvario.

Juan 1.29   He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Hebreos 9.26   … el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.

1 Juan 1.7   La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Pero, los pecados son el fruto que sigue brotando de esa raíz que es el pecado. Los pecados que uno comete son el producto de nuestra vieja naturaleza y rompen la comunión con Dios día a día. Al descuidarnos, los practicamos todavía, ¡aunque no queremos ni debemos! Preste atención a estos versículos—

1 Juan 1.9   Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

1 Juan 2.12  Vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.

1 Pedro 2.24   Llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero.

Hechos 10.43   Todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.

Testimonio   Todo cristiano debería interesarse por llevar otros al Salvador. Somos testigos suyos. Si uno está viviendo en el gozo de tan gran salvación, y si uno está en comunión diaria con Cristo, ¡ciertamente queremos que otros le reciban! No se avergüence; no esconda lo que tiene; no sea incumplido en dejar de advertir cortésmente a otros.

Hay diversas maneras; su propia buena conducta es, por supuesto, la primera. Citar o regalar la Biblia, obsequiar literatura (folletos o “tratados”) es otra. Invitar a los amigos a oir la predicación del evangelio es todavía otra. Pero, esto sí: siempre con cortesía y con atención a lo que el amigo no entiende todavía.

1 Pedro 3.15   Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.

Si lee su Biblia y ora cada día, va a conocer mejor a su Padre. Al hablar a otros acerca del Señor, va a tener más confianza. La vida nueva será fortalecida.

Ofrenda   Otra gracia cristiana que usted va a adquirir a medida que va creciendo es la de dar voluntariamente a Dios. Primeramente de su tiempo. Luego de sus talentos. (La Biblia habla de “dones” que Él le ha dado que usted puede emplear para Él). Y, tercero, de su dinero, y es de esto que hablamos aquí. No un diezmo del Antiguo Testamento, obligatorio y matemático; no un impuesto o exigencia de terceras personas; sino aportes periódicos hechos en gratitud en vista de lo que Cristo ha hecho por usted.

En su lectura diaria va a llegar a los capítulos 8 y 9 de 2 Corintios, y va a aprender mucho acerca de este tema. Usted ha recibido mucho, y le dará gozo darle a Dios de sus entradas, aunque sea poco por haber ganado poco en la quincena. Uno da principalmente a través de la congregación a la cual pertenece, pero también da a aquellos que se dedican a la obra del evangelio.

1 Corintios 16.2   Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado.

Filipenses 4.16,17    A Tesalónica me enviasteis [a Pablo] una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

 

Búsqueda

 

Comunión   Cuando uno es salvo, ha “nacido de nuevo” y entra en la familia de Dios. Todo auténtico cristiano algún día va a llegar a su casa eterna para estar para siempre jamás con el Señor Jesucristo.

1 Juan 5.1  Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.

Juan 14:2,3   En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Sin embargo, mientras estemos en este mundo, nos hace falta un hogar, un lugar seguro y feliz para los hijos de Dios. Una iglesia local es el hogar diseñado para ellos. Allí llegan a conocer mejor la Biblia, aprenden a orar y a servir, y gozan del apoyo de creyentes de mayor experiencia. Usted querrá buscar un hogar así.

No espere ser incorporado en aquella congregación de buenas a primeras. Sus amigos nuevos querrán conocerle y tener la confianza de que usted es un hijo de Dios y quiere obedecerle a Él.

Hechos 9.26,27   Cuando [Saulo] llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo. Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor …

Hechos 11.22,23   Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor.

Además, usted querrá tener la confianza de que ha encontrado un grupo de creyentes que respeta el orden que se practicaba en “la asamblea modelo” en Jerusalén después de aquel día crucial de Pentecostés que vio el nacimiento del nuevo pacto o “testamento”.

Aquellos cristianos contaron con tres experiencias que tuvieron lugar en sus vidas una vez para siempre — fueron salvos, bautizados e incorporados en la iglesia, y en esta secuencia. De allí en adelante tuvieron por lo menos cuatro prácticas semana por semana: aprendieron la Palabra de Dios, gustaron de las relaciones interpersonales que corresponden a cristianos, celebraron la cena del Señor y se congregaban para orar.

Hechos 2.41,42   Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Bautismo   Habiendo recibido a Cristo como Salvador y Señor, usted debe ser bautizado. Al leer las historias modelo en Hechos de los Apóstoles, le llamará la atención que el bautismo fue el primer paso público tomado por los nuevos cristianos. El bautismo es un cuadro de lo que sucedió cuando confesó fe en Cristo para salvación. Usted tomó su lugar como pecador y la muerte de Jesús pagó la pena suya.

Ser bajado en el agua del bautismo es como su sepultura con Él. Ser sacado del agua es como su resurrección con Él. El bautismo no le salva, pero sí dice al mundo que usted es de Cristo y quiere obedecerle. La iglesia local que usted ha encontrado debe creer esto y practicar el bautismo.

Mateo 28.19, 20   (a) Id, (b) y haced discípulos a todas las naciones, (c) bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; (d) enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado …

Romanos 6.1 al 7   … somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte …

Cena    Y, otro elemento esencial de aquella congregación modelo fue el de la cena del Señor, llamada también “el partimiento del pan”. (En los tiempos del Antiguo Testamento había muchas ceremonias y muchos símbolos para el pueblo de Dios, Israel. La mayoría se centraban en el tabernáculo, y más tarde en el templo. En esta época del Nuevo Testamento hay solamente dos “cere­monias”— el bautismo y la cena del Señor. Fuera de ellos, los únicos otros símbolos son el cabello y el velo de 1 Corintios capítulo 11).

La cena del Señor es un recordatorio de Cristo y un cuadro de su muerte. Cada miembro de la iglesia local toma del pan que habla de su cuerpo lacerado en el Calvario; la copa de vino cuenta de su sangre derramada en el Calvario antes de entregar su vida. El propósito fundamental es el de la adoración y un efecto práctico de este acto congregacional es que guarda a los creyentes de olvidarse de la muerte del Señor.

Lucas 22.19,20   Tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado [la pascua judaica], tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

Juan 4.23,24   La hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

1 Corintios 11.24,25   … haced esto en memoria de mí.

Esta reunión era muy preciosa para los cristianos primitivos; la celebraban cada domingo. Trágicamente, hoy día hay grupos que se conforman con hacerlo sólo unas pocas veces cada año en vez de cada semana.

Hechos 20.7   El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente …

Iglesia(s)   Vamos a tocar brevemente un punto que quizás le parezca un poco complicado a primera vista.

El cuerpo total, universal de cristianos —los que vivían aquí, los que viven y los que vivirán— se llama “la iglesia”. Muchos de nosotros usamos una I mayúscula para describirla. Podemos decir de paso que en el Nuevo Testamento (por cierto, no figura ni una vez en el Antiguo Testamento) se llama también la esposa, el cuerpo de Cristo, un edificio, etc. Usted ha estado en aquella Iglesia a partir del momento en que nació de nuevo, y nunca saldrá de ella.

Mateo 16.18   Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Efesios 5.25   Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.

Pero leemos también de “las iglesias” y de “la iglesia” en una ciudad específica. De ellas hablamos arriba al mencionar el asunto de un nuevo hogar y ser incorporado en una congregación bíblica, o una asamblea, una vez bautizado. (Por extraño que parezca, iglesia y asamblea vienen de la misma palabra en el idioma original, el griego).

Lamentablemente, no todos los cristianos se interesan por pertenecer a uno de estos grupos, y no toda congregación se interesa por ceñirse a los modelos y las ordenanzas que el Espíritu Santo ha registrado en la Palabra de Dios. Poco a poco usted verá qué dice acerca del apoyo mutuo, el testimonio colectivo, el gobierno interno, la disciplina, etc.

Mateo 18.17   … Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia …

1 Corintios 1.2   A la iglesia de Dios que está en Corinto …

La Biblia nunca habla de un edificio como una iglesia, ni tampoco habla de una organización terrenal compuesta de varias iglesias.

Estudio   En su nuevo hogar se debe enseñar la Biblia como la voz de Dios y la autoridad de última instancia. Dios ha guiado aun en la redacción de cada palabra en ella. Muy por encima de todo lo bueno que pueda leer en otras partes, y toda la instrucción sana que pueda recibir, la Biblia es su guía de por vida.

2 Timoteo 3.16,17   Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Asista regularmente a las reuniones de su asamblea y busque cómo ayudar en ella. No piense que va a asistir sólo para ser instruido desde la tribuna o en la clase de estudios. ¡Alguien tiene que barrer el piso del local de reunión! Si está dentro de sus posibilidades, ofrezca trans­porte a otros; esto le ayudará a usted tanto como a ellos. Su Padre Celestial está al tanto, y no se olvidará ni le defraudará si es sincero, aunque a veces usted pensará que otros no le aprecian como deberían.

Hebreos 10.25  … no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

 

Elección

 

Compañerismo   Por cuanto usted es un hijo de Dios, debe escoger como amigos cercanos aquellos que son salvos y aman al Señor Jesús.

Los cristianos deben ser amigables y benignos con todos. Dios amó a los pecadores tanto que mandó a su Hijo a morir por ellos. Aseguradamente nosotros podemos amarles también.

Gálatas 6.10   Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

Juan 3.16   De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Pero uno que es salvo no debe tener como sus mejores amigos a aquellos que no lo son también. Los intereses son diferentes; los valores son diferentes. Si usted anda con ellos por gusto, verá que termina haciendo como ellos hacen, y su corazón se enfriará. La Palabra de Dios nos manda a separarnos de ellos, pero no a dejar de interesarnos por su bienestar espiritual. Vea—

Juan 15.18   Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.

2 Corintios 6.17   Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré …

No les cae bien a las amistades inconversas cuando un creyente anda hablando del Señor Jesús y la Biblia. Le tildan de “religioso” y por lo regular piden que desista. Mejor es vivir a Cristo ante ellos, darles un folleto (“tratado”) o una porción de la Biblia de vez en cuando, y hacer un comentario prudente acerca de las cosas espirituales. Pero no se proyecte como uno que se cree superior, o “santico”.

Este asunto de las amistades es crucial y no pocas veces es muy difícil, especialmente para uno que es joven. Cumpla con sus deberes como estudiante, trabajador, ciudadano y prójimo, pero a la vez defínase como discípulo de Cristo en un mundo vil.

Tentación   Casi nos estamos repitiendo, pero debemos tener muy claro que, por mucho que usted se desarrolle, y por bien que escoja sus pasos en la vida cristiana, va a estar expuesto a tentaciones, va a encontrar dificultades y podrá desanimarse a veces. Nada tendría de raro que esto suceda al obedecer al Señor en el bautismo, o al tomar algún otro paso positivo de testimonio o dedicación.

2 Timoteo 3.12   Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.

Santiago 1.14   Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.

1 Tesalonicenses 5.14   Os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.

Hemos nombrado al gran enemigo, Satanás, y ya hemos mencionado el problema mayor: la naturaleza vieja adentro, lo que la Biblia llama “la carne”.

1 Pedro 5.8   Vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.

Marcos 7.21 al 23   De dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

Efesios 2.3  … vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Dirección    Usted no anda sin rumbo, ni tampoco le falta manera de saber cuál debe ser. Su Padre tiene propósitos para usted, tanto a corto como largo plazo. Hay tres consideraciones y todas ellas deben estar en concordancia antes de que se mueva; una sola no basta—

(a) Debe tener ejercicio delante de Él en oración para saber qué hacer. “Orar y velar” es la consigna.

(b) Él quiere que ande según su Palabra. En otras palabras, que sus acciones encajen dentro de la doctrina. Usted puede estar seguro de que no es la voluntad de Dios que haga algo que su Palabra prohíbe a un hijo de Dios.

(c) Él ordenará las circunstancias a su tiempo y a su manera para que su voluntad sea hecha en su vida, si es que usted lo permite.

Filipenses 2.13   Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su voluntad.

Hechos 5.29   Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Efesios 5.17  No seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

Hay el ejemplo de Saulo de Tarso en Hechos capítulo 9, quien sería luego el apóstol Pablo. Su experiencia de conversión se sintetiza en su primera pregunta, “¿Quién eres, Señor?” Su experiencia de consagración se sintetiza en su segunda pregunta, “Señor, qué quieres que yo haga?”

 

Casa

 

Esperanza    El cristiano que realmente ama al Señor Jesús desea verle y estar con Él. ¿Qué será estar a su lado y conocerle cara a cara? Es ésta nuestra esperanza.

1 Juan 3:2   Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

Cristo ha prometido volver. Un día nos va a llevar a la Casa del Padre. Cuando venga, serán resucitados los cuerpos de los creyentes que duermen en el Señor. En seguida, serán cambiados los cuerpos de aquellos que le han recibido y viven todavía, y todos los creyentes juntos serán arrebatados para estar con Él para siempre.

Apocalipsis 3.11   Yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.

1 Tesalonicenses 4.16   El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

1 Tesalonicenses 4.17  Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

De una vez sus cuerpos serán hechos aptos para el cielo. Entonces el hijo de Dios no tendrá un cuerpo que quiere pecar; él tendrá uno que existirá para siempre jamás.  ¡Será un gran día!

1 Corintios 15.51,52   Os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.

1 Corintios 15.42 al 44   Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en des­honra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.

Debemos estar siempre preparados para la venida del Señor y a la expectativa. Cristo dijo en Mateo 25.13, “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”. Si lo hacemos, no haremos nada que le causaría desagrado a Él.

1 Juan 2.28   Hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.

Que sea nuestra oración cada día aquella con que termina la Biblia: “Ven, Señor Jesús”.

Apocalipsis 22.20   Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.

Intermisión   Una vez llevados los creyentes, tendrán lugar en la tierra muchos eventos espantosos en un período llamado corrientemente “la tribulación”. El Antiguo Testamento asigna mucho espacio a aquellos siete años, y Mateo capítulos 24 y 25 tratan exclusivamente de ellos, como también Apocalipsis 6 al 19. Pero lleve en mente que nosotros que somos salvos no vamos a estar aquí ni veremos nada de aquello.

La Biblia narra dos eventos específicos en aquel tiempo que vamos a vivir en el cielo, en la Casa del Padre. Uno es el tribunal de Cristo  y el otro es las bodas del Cordero cuando, en lenguaje bíblico, Cristo nos tomará como su esposa. Ningún hijo de Dios será sacado nunca de la familia, pero en el tribunal de Cristo algunos serán galardonados más que otros, según haya sido nuestra manera de vivir aquí y ahora.

2 Corintios 5.10   Es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Apocalipsis 19.7 al 9   Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

Hecho esto, el Señor Jesús vendrá una vez más — no al aire, como hará cuando venga por nosotros, sino a la tierra. Vendremos con él, y una multitud de ángeles también. Él establecerá su reino terrenal y reinará aquí por mil años (por esto hablamos del “milenio”) con aquellos que le habrán sido fieles durante la tribulación. Pero primeramente destruirá a sus enemigos, consignándoles al castigo eterno.

Zacarías 14.4 al 8   Se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio … Saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.

2 Tesalonicenses 1.7 al 10   … cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;

Judas 14, 15   He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente …

Eternidad   Usted nunca querrá confundir el tribunal de Cristo, que concierne a creyentes solamente y se realizará para conceder galardones, con el gran trono blanco, que concierne a personas inconversas solamente y se realizará para sentenciarles a su castigo eterno. El primero tendrá lugar después de la resurrección de vida (cuando Cristo vendrá por los suyos) y el postrero, muchos años más tarde, después de la resurrección de condenación (finalizado el tiempo y comenzado la eternidad).

Apocalipsis 20.11 al 15   Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos … Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Juan 5.29         … y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Juan 3.36         El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Por ser hijo de Dios, usted está ahora en Cristo. ¡Pero va a estar eternamente con Cristo! El tiempo es breve y la eternidad es larga. Su conversión fue sólo el comienzo, pero dio inicio a una vida nueva, una vida eterna, y una que usted deseará vivir en su plenitud mientras esté aquí, honrando a Aquel que le amó y se entregó a sí mismo por usted.

 Filipenses 1.23    … de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.

 

 

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