Eva (#420)

Eva

Perth Gospel Hall


Presentación

Lectura: Génesis 1.24 al 31, 2.7 al 9, 18 al 25, 3.20, 4.1,2

El nombre Eva figura cuatro veces en la Biblia, dos en Génesis y dos en los escritos de Pablo, pero hay varias referencias a ella donde se la describe como “mujer”:

creación, 2.22    de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer

matrimonio, 2.24    dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer

Eva, 3.20                llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.

Creación

Eva era una esposa singular, creada, formada por la mano de Dios especialmente para Adán. El Nuevo Testamento nos enseña que esto es un cuadro de Cristo y la Iglesia y también un patrón para nosotros.

Los primeros capítulos de Génesis contienen un relato acertado y ajustado a los hechos del principio de todas las cosas. Debemos ceñirnos a las verdades asombrosas que encierran; por ejemplo, el 1.27: “creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. La creación, fresca de la mano de Dios, fue cosa hermosa, imponente y escapa toda nuestra imaginación. El veredicto divino fue: “vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”, 1.31. El pecado, cual caída del hombre, y el gran diluvio desfiguraron lo que Dios había hecho. Hoy día se propaga ampliamente la teoría de la evolución como una contradicción absoluta a la narración de Génesis 1 y 2, pero en aquellos capítulos no hay lugar para la evolución, a saber, que la vida se presentó espontáneamente por suerte. “Hizo Dios animales de la tierra según su género … creó Dios al hombre a su imagen”, 1.27.

A lo largo del capítulo 1 leemos que  “era bueno en gran manera”. En el capítulo 2 se destaca el papel del hombre en la creación. “Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. El hombre fue único en esa creación, hecho en la imagen de Dios. Con plena razón David dijo en Salmo 139: “Tú formaste mis entrañas … Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado”. Adán fue puesto en el huerto de Edén “para que lo labrara y lo guardase”, y Hebreos 2.7 dice que Dios le puso sobre las obras de sus manos.

Todo lo que hizo Dios, Él declaró que era bueno, pero en el 2.18 declara: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”. Dios dispuso hacer una “ayuda idónea”, una compañera para Adán que lo complementaría, y en 2.21, 22 se nos dan detalles de la fomación de la mujer, la ayuda designada. Mientras Adán dormía Dios tomó de él una de sus costillas y de ella construyó a una mujer.

Obsérvese lo que sucedió: “la trajo al hombre”. Pura, directa de la mano de Dios. ¿Puede usted imaginarse cómo se sintió Adán? En el v. 20 todos los seres vivientes se habían presentado delante de él, “mas para Adán no se halló ayuda idónea para él”. Pero ahora, provista por Dios, tiene la ayuda, y exclama: “Esto es ahora [por fin] hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona”. Aquí había una con quien podía relacionarse, con quien compartir amor y lealtad, su homóloga. En 2 Corintios 11 Pablo habla de Eva y dice a la iglesia en Corinto: “para presen-taros como una virgen pura a Cristo”.

Matrimonio

Es Dios quien trae la mujer al hombre, y en el 2.24 leemos de la institución del matrimonio: “dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá [juntada, fijada a] a su mujer, y serán una sola carne”. Juntados, hechos uno, de por vida en un pacto de amor y lealtad. Este es el patrón para el matrimonio y encierra principios fundamentales al respecto.

  • es promovido por Dios. Es “santo matrimonio”. Fue Dios quien dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”. La regla general es que los hombres se casen, pero 1 Corintios 7 incluye enseñanza sobre la vida de soltero. El matrimonio es especial, dado por Dios.
  • Dios preparó una ayuda idónea para el hombre Ella es su homóloga, no su duplicada. Dios la hizo y la presentó al varón, y todavía Él prepara una ayuda apropiada, una homóloga, una esposa para el varón. Es algo acerca del cual debemos orar y esperar pacientemente en el Señor.
  • la relación es monógama y heterosexual La unión conyugal une a una varón y una mujer, y cualquier otra cosa es una deformación de lo que Dios ha establecido.
  • es un vínculo de lealtad y amor Es la unión de un hombre y una mujer “y serán una sola carne”. Cada cual complementa y enriquece a la otra parte.
  • la unión matrimonial es permanente En Mateo 19 el Señor Jesús cita Génesis 2.24 y dice: “por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.
  • es una unión sexual Dios ha dado la relación sexual como algo a ser disfrutado en el matrimonio con el fin de producir hijos: “les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra”, 1.28. Se obedeció la orden en el 4.1.
  • el matrimonio es un cuadro de Cristo y la Iglesia En Efesios 5 Pablo cita el 2.24 y agrega: “Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.”

Eva

Se le da un nombre a la mujer en el 3.20: “llamó Adán el nombre de su mujer, Eva [vida, o productora de vida], por cuanto ella era madre de todos los vivientes”. En los versículos precedentes la actuación de ella trajo la muerte al mundo. Adán la nombra en esperanza; ella sería la madre de aquella simiente prometida que heriría la cabeza de la serpiente y traería vida al hombre. Sería también productora de vida, por cuanto por medio de ella vendrían las generaciones posteriores.

El orden en la creación era que Dios hablara al hombre y él a ella; juntos ellos ordenarían y cuidarían la creación. En Génesis 3 se revierte esto en el sentido que la serpiente habló a la mujer. En vez de discutir esto con su esposo, Eva actúa en independencia de él y peca. Luego le da parte del fruto a Adán, “el cual comió así como ella”. Adán desobedece a Dios, quizás por amor a su esposa y un deseo de no ser separado de ella. El Nuevo Testamento enseña que Eva fue engañada pero que Adán pecó con los ojos abiertos:
1 Timoteo 2.14, 2 Corintios 11.3.

Primeramente Satanás intenta echa duda sobre la palabra de Dios: “¿con que Dios ha dicho?”. La mujer no expresa con precisión la palabra de Dios, como se ve al comparar 2.16, 17 con 3.2, 3. Debemos ser cuidadosos en el uso de la palabra de Dios, que Satanás está atacando incesantemente todavía. Entonces él niega la palabra de Dios: “no moriréis”, y la tentación está montada. Siendo engañada, la mujer cree la mentira de Satanás, deseando lo que él ofrece; es codiciable al gusto, al ojo y a la mente, 1 Juan 2.16. La consecuencia de este solo acto fue la caída del hombre.

 

 

E. L. Moore

 

Eva  (dador de vida),
esposa de Adán y madre de Caín, Abel, Set y otros.

Llamada «madre de todos los vivientes», Eva no tuvo madre ni partera que la atendiera. Ni siquiera podía pedir consejo de otros en criar a sus hijos.  Por lo tanto, tenía que confiar exclusivamente en Dios. Aparentemente procuró restablecer la comunión con Jehová después de ser pronunciada la maldición. Esto se puede deducir al analizar los nombres que dio a sus hijos.

¡Qué dolor y humillación debido haber sentido después del trágico asesinato de Abel, tomando en cuenta las palabras que ella dijo al nacer el asesino, Caín (Génesis 4:1)!  Si ella no se hubiera

 

 

dado cuenta antes de las consecuencias de su desobediencia en el Edén, en ese momento debió enfrentar el hecho de haber legado la naturaleza caída y pecaminosa a cada nueva criatura. Sin embargo, ella podía confiar en las promesas de Dios, comunicadas verbalmente. El nombre Set significa «señalado», revelando que ella creyó que Dios ejecutaría la maldición pronunciada contra la serpiente (Génesis 3:15) a través de la simiente de aquel hijo.

En cuatro ocasiones Eva habló (Génesis 3:2-3,13; 4:1,25). En español son 61 palabras.  A manera de comparación, las palabras de Adán suman 50 (Génesis 2:23, 3:10, 3:12). Esto no incluye sus palabras en Génesis 2:19-20 y 3:20.

 

 

 

DRA  EMA

 

 

Eva fue la primera mujer, la primera esposa, la primera madre, la primera persona tentada por Satanás y que también pecó, la primera madre de un homicida, la primera costurera y la primera persona en recibir una profecía acerca del Señor Jesucristo.

Eva fue la única mujer que en un tiempo era pura y sin falta, y que siendo hecha directamente por Dios fue de origen divino. Fue la única mujer que habitó el huerto de Edén. No tuvo niñez ni adolescencia. No contó con partera ni una mujer mayor que le ayudara y aconsejara en la crianza de sus hijos. Y sin duda los hijos fueron muchos, aunque la Biblia nombre pocos. Le fueron dados tres nombres: Varona, Eva y Adán. (No Sra. de Adán, sino que él y ella eran conjuntamente Adán). Nótese quién le dio cada nombre y por qué; aquellos nombres denotan la relación de esta mujer con sus esposo, sus hijos y Dios.

Es una ilustración de la Iglesia, o sea, de todas las personas en conjunto que han sido o serán salvas por la obra del Calvario antes que Cristo venga. Fue dada a Adán para ser su compañera y gozarse junto con él del paraíso de Dios. Ella procedió de él, habiendo sido tomada de su costado. La vida que tenía procedió directamente del soplo de vida que él había recibido. La Iglesia recibe su vida de Cristo, y será su eterno placer. El Edén terrenal será cumplido en parte en la gloria del milenio, y cumplido plenamente en la Jerusalén eterna. Al él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, Efesios 3.21.

Satanás utilizó la soberbia y orgullo como cuña que daría lugar a la codicia y luego la desobediencia. Bien se ha dicho que la soberbia es el pecado del espíritu. Fue el primero que entró en el universo, en el mismo Satanás, como nos dice Isaías: ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! … Tú que decías en tu corazón, Subiré al cielo; en lo alto junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono … y seré semejante al Altísimo.

Habiendo sido sugestionada por Satanás, Eva vio que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y codiciable para alcanzar la sabiduría. Ella tomó y comió del fruto. Juan quizás pensaba en esto cuando dijo que todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria (o soberbia) de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Al haber comido, Adán y Eva se sintieron avergonzados porque estaban desnudos, e intentaron coserse delantales de hojas de higuera. Pero, como esto no les bastaba, se escondieron entre los árboles del huerto. Así que, cada vez que nos vestimos estamos manifestando que también somos pecadoras.

Las consecuencias del pecado de Eva, las sentimos a diario en que nos tenemos que vestir; las mujeres dan a luz con dolor; y el deseo o voluntad de la mujer es sujeta a su marido. Aun en la iglesia en el día de hoy vivimos la consecuencia del pecado de Eva, como dice el apóstol: La mujer aprenda en silencio con toda sujeción … porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engen-drando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia,
1 Timoteo 2:15.

 

 

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