El movimiento Nueva Era (#320)

El   Movimiento   Nueva  Era

John Dennison, Hermosillo, México
de la revista Truth & Tidings, octubre 2001

 

                                      La terminología

                                    Las ameazas

                                    La evangelizacinón

 

Intentar describir el Movimiento Nueva Era (“Nueva Era”) es algo como tratar clavar una nube a la pared. Hay una variedad de grupos Nueva Era y también de los principios de filosofía y la terminología que emplean. No hay una sede ni un fundador específico. Es una mezcla de religiones orientales y prácticas ocultas con términos bíblicos esparcidos como edulcorante.

Es difícil cuantificar el número de participantes. Un autor estima 12 millones en los Estados Unidos y 30 millones en el mundo 1993. [1] Sin embargo, quizás 50 millones o más se muestran de acuerdo con al menos una de las ideas del Nueva Era. Más de 3400 casas editoriales producen millones de libros y revistas del Movimiento [2] También  se producen música de la Nueva Era, que es mayormente instrumental y creada para inducir a una persona a relajarse y ponerse en contacto con su ser interior. Difícilmente podría usted vivir hoy en América del Norte sin encontrarse en contacto con algún aspecto de la filosofía, la propaganda y los productos del Nueva Era. Es un cáncer maligno que está penetrando nuestra sociedad, inclusive en su diversión, educación, medicina, religión y política.

La enseñanza de la  Nueva Era no es reciente. La Biblia dice que el diablo, cual serpiente, “era astuta, más que todos los animales del campo” en el huerto de Edén. Todavía es padre de la mentira, valiéndose de las mismas técnicas. Él cuestionó el entendimiento que tenía Eva del carácter de Dios, la autoridad de la Palabra de Dios (“¿Conque Dios os ha dicho?”) y la fuente de la verdad (“seréis como Dios”). A través de este movimiento, Satanás todavía está cuestionando estas doctrinas cristianas vitales.

 

La terminología del Movimiento Nueva Era

La Biblia

Para la gente del Nueva Era, la Biblia es “una” fuente de verdad, igual en categoría a otros escritos tales como las vedas (escritos hindúes), las sutras (proverbios indios), los escritos de Confucio y las “revelaciones” recibidas por medios llamados canales. No puede ser así. La Biblia se presenta como la exclusiva Palabra de Dios. Si es la Palabra de Dios, entonces todos los demás escritos son humanos.

Esta gente interpreta la Biblia subjetiva y figuradamente. Para ellos, la vida eterna se refiere a la reencarnación y el pecado, a nuestra ignorancia. También, todo en la Biblia es simbólico; cada interpretación es la decisión del lector y no hay “prueba” del sentido verdadero. Esto disminuye la autoridad de las Escrituras en la vida de ellos.

El Señor Jesús interpretaba la Biblia literalmente, diciendo que Jonás fue tragado por un pez en verdad y no por una gran fuerza negativa. Al predicar en Corinto, Pablo dijo que el Antiguo Testamento afirmaba literalmente que el Mesías iba a morir, ser sepultado y aun resucitaría de los muertos, 1 Corintios 15.3,4.

La gente del Nueva Era declara también que la revelación divina vino de espíritus con quienes ellos se comunican a través de estados mentales alterados y de médiums. Sin embargo, Dios dice que hay una sola revelación, la Biblia, y que es completa: “la fe que ha sido una vez dada a los santos”, Judas 3. También advierte en la ley del Antiguo Testamento: “La persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo”, Levítico 20.6. Nuestra responsabilidad es la de usar la Biblia como nuestra norma, y leemos en 1 Juan 4.1: “No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”.

Dios

Estas personas no creen en un Creador distinto de la creación. Creen que es una “esencia” impersonal o una “energía” y que todo y todos son parte de esa esencia. Esto es una combinación de monismo, que dice que todo el mundo es de la misma “esencia”, o “cosa”, y del panteísmo, que dice que Dios es “cosa”. Significa que somos dioses también y que tenemos que consumar nuestra deidad por la meditación, experiencias místicas y, a la postre, una serie de reencarnaciones. No es más que la mentira del diablo a Eva en Edén que ellos serían como Dios si le hacían caso a su engaño.

La Biblia dice “Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra”, Isaías 45.18. Se distingue claramente entre Él, cual Hacedor Soberano, y su creación. Para resaltar su singularidad como Dios, Jehová afirma ocho veces en Isaías que “no hay más”.

Estas personas se valen mayormente de dos pasajes para justificar su concepto de Dios. Primeramente citan a Jesús quien dijo: “¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?” Juan 10.34. Hacen caso omiso del contexto del pasaje, que es una cita de Salmo 82.1 donde el salmista se refiere a los jueces de Israel como dioses (en hebreo “poderosos”). En el salmo claramente eran hombres, no deidades, que hablaban al pueblo por cuenta de Dios.

Un lenguaje similar se emplea de Moisés como un dios para Aarón y Faraón porque él representaba a Dios y les comunicaba la mente de Dios, Éxodo 4.16, 7.1. En Juan 10 Jesús se comparaba con los profetas y líderes de Israel. Si ellos eran los poderosos que merecían la atención del pueblo, ¿cuánto más Aquel que es Dios mismo?

El otro texto abusado es Lucas 17.21: “El reino de Dios está entre vosotros”. El Señor Jesús no habló estas palabras para decirle al pueblo que había deidad en ellos, sino que el Rey mismo estaba en medio de ellos. Es una referencia a Cristo en la tierra físicamente, y no a alguna mística esencia de deidad en todos nosotros.

La verdad

“Quizás cada uno tiene su propia verdad y no existe la verdad como una realidad objetiva”. [3] Para los adeptos al Nueva Era, lo que es verídico y correcto depende de cada individuo y cada situación. Esto pone al hombre sobre el trono como el árbitro supremo del bien y del mal, y por lo tanto cada persona es libre para determinar su propia realidad y hacer lo que “siente” correcto.

La Biblia enseña que hay una fuente objetiva de verdad y una sola norma del bien y el mal, Dios mismo. Antes de ser creado el hombre, Dios evaluó la creación según una norma de lo que era bueno y era malo. Al cierre de cada día de la creación, declaró “que era bueno”. Por lo tanto, la norma para juzgar lo bueno y lo malo existía aparte de y antes de él. ¿Qué existía antes que el hombre? ¡Sólo Dios! Él es el único árbitro de verdad y lo bueno y lo malo. “Yo soy… la verdad”, Juan 14.6. Nos ha dado su Palabra, la Biblia, como un resumen objetivo y específico de la verdad y la norma divina. Como dijo Jesús en una oración a Dios: “Tu palabra es verdad”, Juan 17.17.

El pecado

La definición Nueva Era del pecado fluye de su comprensión errada de Dios. Ellos razonarían que si todo es dios, entonces nada es malo. ¡Qué conveniente! Poco sorprende que la Nueva Era sea popular en Hollywood. Ellos no piensan en términos de si están haciendo bien o haciendo mal, sino de ignorancia y alumbramiento. El pecado es, entonces, la ignorancia que nos impide realizar nuestra deidad.

Pablo le escribió a Timoteo que la gente en los postreros días tendrá la conciencia “caute-rizada”. El pensamiento de la Nueva Era es la plancha que cauteriza la conciencia para estar indiferente al pecado. La Biblia declara que “el pecado – no la ignorancia — es la infracción de la ley”, 1 Juan 3.4. El Movimiento Nueva Era reduce nuestro problema a uno de ignorancia, en un intento por desviar la responsabilidad personal por nuestros pensamientos, palabras y acciones.

La salvación

Si los discípulos de este ismo creen que no hay pecado, entonces no necesitan una salvación y la muerte de Cristo carece de sentido. Ellos equiparan la salvación con la ley y el entendimiento. Para ejecutar a plenitud su potencial como dioses, cada uno tendrá que quitar su ignorancia por medio de experiencias místicas, dietas vegetarianas, meditación y la propagación de paz mundial. Según la filosofía de ellos, una persona reencarnará con la esperanza de ascenderá en la escala de luz hasta llegar a una pureza de deidad.

La Biblia declara, sin embargo, que “todos pecaron”, Romanos 3.23, y que “debemos ser salvos”, Hechos 4.12. El Señor Jesús es el Salvador quien nos salva de la paga del pecado, Romanos 6.23.

El Señor Jesús

Una vez Jesús les preguntó a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que soy yo?” Marcos 8.27. El adepto de la Nueva Era respondería que Él era un hombre alumbrado, no Dios, porque ellos no pueden tener deidad en sí mismos si está contenida solamente en Cristo. Dirían que era “un” Cristo, que no es decir “el” Cristo, la energía divina universal.

Ellos leen los Evangelios porque sienten que Jesús nos dio un ejemplo para instruirnos hacia la luz. Le clasifican como el ideal cósmico de alumbramiento así como son Krisna, Buda, Zoroastro, Rama, Hércules, Hermes y otros.

La Biblia asume una postura rígida ante la posición blasfema de la Nueva Era. Escribió Juan: “Todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo”, 1 Juan 4.3.

El futuro

La Nueva Era, o el Aquarian Age (“la Edad Acuaria”), describe un período indefinido cuando la paz y el alumbramiento prevalecerán en la tierra, realizados al quitar la ignorancia. En lo particular, cada cual determinará su personalidad en la vida venidera (después de reencarnar) por cómo vivió en ésta. Uno podría hacerse araña, árbol o vaca en la próxima vida, y a través de múltiples vidas y reencarnaciones podría transmigrarse en deidad.

Este es el principio hindú del karma, o sembrar y cosechar. Si a uno le ha tocado una mala suerte en esta vida, es porque tenía un karma malo en la anterior. Esta creencia conduce a la gente de la Nueva Era al ambientalismo (la adoración de la criatura más que al Creador), al vegetarianismo, la promoción de los derechos de animales y al globalismo. La edad acuaria de la paz universal se realizará por “el sincretismo”, que es la agrupación para lograr gobierno, religión y economía en escala mundial.

La Biblia habla de un futuro propio para cada persona, en el cielo o en el infierno. Dice que “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”, Hebreos 9.27; Apocalipsis 20 y 21. Según las Escrituras, vivimos y morimos una vez nada más, y luego vamos al cielo si hemos sido salvos a través de la obra de Cristo en la cruz o al infierno si hemos rechazado su salvación. “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”, Juan 3.36. La Biblia también apunta a una edad o un milenio de paz en la tierra que será introducida por el regreso de Cristo para reinar aquí. “He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio”, Isaías 32.1.

 

Las amenazas del Movimiento  Nueva Era

 

Pablo les escribió a los cristianos romanos: “No os conforméis a este siglo”, Romanos 12.2. El mundo está intentando comprimirnos en su molde; se nos exhorta a combatir esto por “la renovación de vuestro entendimiento”. Debemos resistir la influencia del pensamiento prevalente guardando nuestra manera de pensar.

El peligro mayor para un creyente no es por lo general que vaya a manosear cristales, corear mantras y tener experiencias extracorporales. El diablo emplea presiones sutiles del pensamiento de la Nueva Era que abundan en el entorno a través de la educación, los medios y la religión. Nuestra única defensa es la Palabra de Dios.

Nadie falsifica lo baratón o que no existe; los falsificadores trabajan duro para producir imitaciones de lo que es real y bueno, como los Rolex o los billetes de cien dólares. Por medio de este Movimiento, el diablo ha venido produciendo ideas – y aun usando lenguaje y pasajes bíblicos — en un intento por presentarlas como la verdad.

A.  La verdad contra la tolerancia

La Nueva Era promociona un evangelio de tolerancia, presentándolo como la virtud cristiana del “amor”. Así, cuando un verdadero creyente rechaza una enseñanza, los pensadores de este Movimiento le condenarán por tener una visión restringida y ser intolerante.

La verdad de que 1+1=2 nos prohíbe aceptar que 1+1=5. Lo mismo aplica a verdades espirituales y morales. El homicidio no puede ser correcto e incorrecto a la vez. El pensamiento de la Nueva Era nos presiona a “poner a un lado nuestras diferencias” y juntarnos en “unidad”. Pero cuando se derrumba la fortaleza de la verdad, estamos expuestos a toda suerte de error y pecados. Los corintios se jactaban de que podían tolerar a un hombre inmoral en la comunión de la asamblea, 1 Corintios 5.1,2. Acordémonos también de que sepultar diferencias que permitió a Herodes y Pilato ser amigos y matar a Jesús. Debemos amar siempre a las almas pero sujetarnos a la vez al mandamiento de Proverbios 23.23: “Compra la verdad, y no la vendas”.

B.  La experiencia subjetiva contra la realidad objetiva

Para la gente de la Nueva Era, la experiencia es la cinta métrica de la realidad. Muchos de ellos han tenido experiencias místicas donde un estado mental y condiciones de conciencia alterada los hacen ver visiones y comunicarse con espíritus. Estas experiencias emocionales y subjetivas son usadas para juzgar la Biblia en vez de usar la Biblia para juzgar las experiencias.

A nosotros que somos creyentes se nos hace sentir que vivimos vidas de segunda clase porque nunca hemos “experimentado” estas cosas. Pero la Biblia nos advierte de “falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”,
2 Corintios 11.13 al 15.

Este pensamiento sesgado se encuentra también en círculos carismáticos donde las experiencias de “hablar en lenguas”, “reírse en el Espíritu” y “ser llenos del Espíritu” gozan de una autoridad mayor que lo que la Biblia dice. Por lo tanto, no todos los eventos y las experiencias sensacionales son de Dios. Cualquier cosa contraria a la Palabra de Dios no puede ser energizada por el Espíritu Santo. No importa cuán “maravillosa” y “exótica” sea la experiencia, nunca debemos engañarnos y caer como víctimas, sacrificando así nuestro conocimiento de la Biblia y prefiriendo experiencias sensoriales.

C.  El potencial humano contra la depravación del hombre

Si el hombre es básicamente bueno, él necesita solamente las llaves del entendimiento y el alumbramiento para soltar lo bueno o la deidad en él. El hombre se hace su propio salvador por sus propias obras. En cambio, si el hombre es una criatura depravada con una naturaleza torcida y pecaminosa, ninguna cantidad de programas o de desarrollo propio lo va a cambiar. Le harán falta la salvación y la regeneración de una fuente ajena de sí mismo.

El pensamiento de la Nueva Era nos obliga a mirar adentro, ya que genera egoísmo y pone al frente el hombre y sus obras. Muchas empresas envían su personal a seminarios de “potencial humano” para aprender a controlar su propia suerte por la “visualización”. La creencia de que a través del esfuerzo para optimizar el potencial humano para cambiar el destino contradice la verdad del evangelio: “no por obras, para que nadie se gloríe”, Efesios 2.9.

Este modo de pensar puede lanzarnos también al mundo político para intentar alcanzar ese potencial dentro de todos nosotros por medio de los programas sociales apropiados. No son los programas de educación que alumbrarán a la gente a realizar su potencial. Utilicemos nuestro tiempo, energía y dinero para enfocar sobre la única esperanza y ayuda para el pecador perdido, que es el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

D.  Lo holístico contra lo individual

El Movimiento enseña que todos estamos conectados por la “esencia” o dios interno y que este vínculo es la llave que nos permite nutrirnos de la misma energía. Nosotros que somos creyentes debemos guardar vigilia ante la falsificación de nuestra fuente de poder, el Espíritu Santo.

Casi todos los portales de internet sobre el Movimiento Nueva Era tienen algún componente de “medicina holística” y los cristianos deben cuidarse de las técnicas, las terapias y algunos de los tratamientos medicinales. Muchos se basan en los “campos de energía”, buscando uno dentro de sí para conectarse con otros, encontrando la solución a todas las dificultades de salud en medios “espirituales” y valiéndonos de curaciones naturales porque conectan a uno con la naturaleza.

Por ejemplo, algunos portan cristales porque creen que la energía dentro de ellos nos atrae a la gran “energía” o “presencia de dios” en derredor. Sesiones de yoga y meditación son herramientas del diablo igualmente peligrosas para controlar la mente.

 

Técnicas para la evangelización

1.  Repasar la resurrección

El apóstol Pablo dijo: “Si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados”, 1 Corintios 15.17. El cristianismo está en pie o cae ante la resurrección de Cristo. Es un evento histórico y debe ser verídico o falso. La abrumadora evidencia que demuestra que Él resucitó de entre los muertos incluye a los testigos bíblicos de las manifestaciones del Señor Jesucristo después de su resurrección, 1 Corintios 15.1 al 8; efectos que esto tuvo en las vidas de los apóstoles y las evidencias extrabíblicas que confirman sus manifestaciones.

Si un adepto a la Nueva Era consiente a la resurrección, entonces debe reconocer que Jesús es el Hijo de Dios y la Biblia es la única revelación de Dios y debe ser interpretada literalmente.

2.  Probar su verdad y su tolerancia

La gente de la Nueva Era cree que determinamos nuestra propia realidad (lo correcto e incorrecto). Póngale a prueba al preguntar si usted puede hurtar alguna cosa que es de él. Cuando dice que esto es malo, replique que no. Si usted persiste, él debería comenzar a darse cuenta de que está valiéndose de la norma de la universalidad: “No hurtarás”. Esto hace ver que hay una norma objetiva en el universo para el bien y el mal, y es la ley santa de Dios.

Romanos 2.14,15 confirma Dios ha puesto en cada uno de nosotros un conocimiento intuitivo de lo bueno y lo malo: “Cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos”. La verdad no se determina subjetiva y personalmente; es objetiva y determinada divinamente.

También puede mostrarle a esa persona la locura de la mentalidad de tolerancia. Pregúntele si es aceptable que usted sea completamente intolerante del criterio de otra persona. Obviamente él dirá que no; para él, todos debemos ser tolerantes el uno del otro. El hecho es que su tolerancia no puede tolerar la intolerancia que usted siente, de manera que en realidad él no cree en la tolerancia. Con esto, ilustre las verdades de amar a una persona y rechazar una enseñanza. Esto proporciona un puente al evangelio.

3.  Estudiar las Escrituras

La mayoría de los seguidores de la Nueva Era están dispuestos a leer la Biblia. Aunque la perciben como un libro en vez de la palabra de Dios, todavía es la herramienta que Dios emplea para efectuar convicción. Pida que la persona lea los primeros tres capítulos de Génesis y luego converse acerca de si Dios y la creación son distintos. Entonces repase las Escrituras para comparar otros textos tales como Juan 1.1 al 3: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.

Una vez que una de estas personas esté convencida de que Dios no es la creación, no tiene adónde recurrir ante los vacíos y los problemas de la vida. De una vez esto conduce a discusión sobre la naturaleza del hombre, la necesidad de la salvación y la obra de Cristo.

4.  Orar por poder

Usted no es suficiente para ganar la victoria sobre un alma perdida en el ismo que es la Nueva Era. Es una filosofía iniciada y propagada por demonios. Pablo dijo: “No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”, Efesios 6.12. Por esto, debemos depender de Dios para liberar las almas de estas tinieblas y trasladarlas al reino de su amado Hijo, Colosenses 1.13.

 

[1]  Marilyn Ferguson, autora de Aquarian Conspiracy

[2] Nueva Era Publishing and Retailing Alliance

[3]  Shirley MacLaine, actriz y autora

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